EL MERCADO DE LAS CERTIFICACIONES ISO

EL MERCADO DE LAS CERTIFICACIONES ISO

Por: Rodolfo Moscoso,

CEO & founder – Nex Consulting Perú

La disciplina de la normalización está siendo cada vez más valorada en el mundo de los negocios, pues, permite la elaboración de una serie de especificaciones técnicas y normas que son utilizadas por las organizaciones, de manera voluntaria, como garantía para probar la calidad y la seguridad de sus actividades y productos. No es de extrañar que la práctica de buscar certificaciones ISO se haya extendido, tanto que ahora es un común denominador de la estrategia empresarial, especialmente con la norma ISO 9001, norma que establece los requisitos para un sistema de gestión de la calidad, y que para el 2022 ya tiene emitidos 1,265,216 certificados en todo el mundo, siendo la norma con más certificaciones vigentes a la fecha, según la misma Organización Internacional para la Estandarización-ISO. En este contexto es importante entender y resaltar el verdadero valor de una certificación ISO, la misma que va más allá de tener un diploma o certificado de reconocimiento colgado en la pared de nuestra oficina. De manera didáctica podemos pensar en el valor de una certificación ISO como dos caras de una misma moneda. Una cara que da hacia el exterior de la organización, luciendo el certificado ante los clientes y otras partes interesadas externas, logrando así, reforzar la imagen corporativa, aumentar el atractivo comercial y generar diferenciación sobre los competidores. La segunda cara es la interna, aquella que quizá se luce menos, pero que puede ser la más importante porque se compone de todo el valor que el sistema de gestión de la calidad le aporta a un negocio, como identificar y ordenar sus procesos, definir flujos de trabajo, asignar roles y responsabilidades claros, establecer indicadores, medir la percepción de la satisfacción del cliente, identificar desviaciones y tomar acciones para corregir las no conformidades.

Lamentablemente, no todas las organizaciones que buscan una certificación ISO piensan en esas dos caras de la moneda, sino, en la mayoría de los casos, se enfocan en la exterior y eso hace que se concentren en el certificado mismo como el fin que justifica cualquier medio para obtenerlo, como recurrir a prácticas antiéticas mediante consultores de dudosa reputación que, haciendo uso de atajos y socios lejanos, pueden garantizar obtener una certificación en un mes. No es casualidad que el Perú tenga la mayor cantidad de certificados ISO 37001 emitidos en el mundo con 1796 certificados, según la última ISO Survey.

Además, la misma fuente muestra que la mayor proporción de esas certificaciones ISO son del sector construcción, lo que coincide con la tendencia del mercado peruano en el que encontramos a muchas empresas constructoras que participan en licitaciones con el Estado, no tienen la estructura organizacional mínima que pueda sostener un sistema de gestión y aun así, sorprendentemente, tienen la certificación ISO 37001.

Para quien tenga su primer contacto con un sistema de gestión, una norma ISO o un proceso de certificación no debe sorprender escuchar que se logre una certificación en un mes, pero debe quedar claro que no es normal y puede ser casi imposible lograr una certificación ISO en un mes, si es que se quiere hacer bien las cosas. Por ello, es importante describir en qué consiste todo este proceso de certificación; desde que una empresa se plantea este objetivo hasta que se logra recibir el certificado mismo.

El proceso de certificación se puede resumir en dos grandes etapas; la primera es la implementación y la segunda la auditoría externa de certificación. La implementación es la etapa más larga y la que más trabajo requerirá de parte de la empresa. En esta etapa se deberá tener a la mano la norma ISO para interpretar sus requisitos, es decir, entender qué es lo que pide la norma en cada uno de sus 10 capítulos y buscar la forma en la que la empresa cumplirá cada uno de sus requisitos. Esta etapa puede tomar meses de trabajo, pues, aquí es donde se deberán ejecutar capacitaciones para el personal, elaboración de documentación, ajustes en la estructura organizacional, cambios y/o mejoras en los procesos, generación de registros, calibración de equipos (cuando aplique), medición y seguimiento de los procesos, auditorías internas y similares.

La segunda etapa es el momento en el que se contrata a un Organismo de Certificación o Casa Certificadora para que realice una auditoría del sistema de gestión de calidad que hemos implementado en la etapa anterior, esto puede tomar entre dos semanas y un mes. Una vez que concretes la contratación, el Organismo de Certificación asignará a un equipo de auditores que realizarán una auditoría documentaria y de campo, mediante visitas a tus instalaciones, para verificar que tu empresa cumpla con todos los requisitos de la norma ISO 9001. Esto es breve, será cuestión de días y el resultado positivo será que recomienden la certificación ISO 9001. Luego, el informe y evidencias de auditoría pasará por revisiones internas y validaciones por parte de un Organismo de Acreditación como UKAS, ANAB y similares, quienes tienen una gran carga de trabajo y pueden tardar hasta dos meses en dar el visto bueno para la emisión del certificado para una empresa.

“Para el 2022, la norma ISO 9001 ya tiene emitidos 1,265,216 certificados en todo el mundo, siendo la norma con más certificaciones vigentes a la fecha”

De lo anterior y haciendo un cálculo a mano alzada es sencillo entender que el proceso de certificación que se ajuste a las buenas prácticas requiere de meses de trabajo y, aunque no podemos establecer un tiempo específico porque depende del contexto de cada organización, debe quedar claro que los consultores y empresas de consultoría que ofrecen hacerlo en tiempos muy cortos, con costos preestablecidos, con alianzas con casas certificadoras que no tienen oficinas ni representantes en el país, asegurando que la empresa no tendrá que hacer ningún esfuerzo porque ellos harán todo y que ellos mismos les traerán el certificado o se los enviarán por correo electrónico, están haciendo uso de malas prácticas y deberían ser denunciados.

Todas las partes interesadas tenemos que asumir el rol que nos corresponde, consultores, auditores, certificadoras, empresas y demás profesionales de los sistemas de gestión, debemos procurar la defensa y promoción del verdadero valor de las certificaciones ISO echando mano de los canales de denuncia formal que están dispuestos por los organismos de acreditación y otras autoridades. Sin embargo, tenemos que considerar un recurso más potente todavía; la fuerza de hacer comunidad, y, en ese camino, el Podcast ISOteca está buscando construir el ecosistema ISO de LatAm, siendo el punto de encuentro para todas las partes interesadas de los sistemas de gestión, normas y certificaciones ISO. Si quieres unirte, aprender y compartir puedes encontrarnos en Spotify, YouTube y todas las redes sociales.

X